Leía este comentario de Amperio Sensei en un post de mi amigo Crimipaste
(...) la relación entre la música y el fútbol es proverbial. Y si hay una cosa que no puedo entender es que los uruguayos no sean campeones de todo. Si yo fuera uruguayo y jugador y me ponen, antes de ir a jugar, el tema "Cuando juega Uruguay" voy y gano lo que hay que ganar o vuelvo derrotado y ahí nomás me hago el hara-kiri.
y recordé que hace tiempo mi querida p de pau hizo una observación similar -aunque no limitada al fútbol- respecto de los japoneses, luego de escuchar el Kimi ga Yo (君が代). ¿Qué se puede esperar entonces de un pueblo que creció escuchando God Save the Queen, Pomp and Circumstance, Rule Britannia y lo que sigue?
Jerusalem, text by William Blake (1757-1827), music by Charles Hubert Hastings Parry (1848-1918), arrangement by Sir Edward William Elgar (1857-1934).
10.8.07
25.7.07
álgebra
- Sea un individuo X y un rasgo de su personalidad p [p(X)].
- En general X manifiesta conformidad con p(X), aunque reconoce que en ocasiones constituye más bien una desventaja, cuando no una carga.
- S amaba p(X), si bien por momentos le resultaba un tanto molesto.
- Por el contrario, C odiaba profundamente p(X), pero lo toleraba en virtud de q(X) y v(X).
- F no estimaba mucho p(X) aunque no tenía plena conciencia de su existencia –al igual que el propio X en ese momento.
- A G p(X) le resultaba absolutamente indiferente.
- Con H nunca se manifestó p(X), circunstancia de la cual X aún busca explicación.
- El tiempo con Z coincidió con la exacerbación de p(X), pero a pesar de las quejas en el fondo disfrutaba tanto que decidió irse sólo cuando p(X) volvió a su nivel normal.
- El rechazo de p(X) por parte de T fue tan visceral que la relación con X casi no existió.
- Igual de visceral fue la fascinación de M por p(X), a pesar de los esfuerzos de X por impedirlo.
- W sabía cómo convivir con p(X) por haber experimentado p(I), p(J), p(K) … p(n), y por lo tanto fue muy feliz con X mientras estuvieron juntos.
Generalizando, r(n) puede manifestarse o no, con diferentes intensidades; puede ser reconocido o no; puede existir un grado variable de control sobre él y las reacciones de terceros pueden ser de lo más diversas. Si incluimos los innumerables r(n) que todo individuo presenta –permanentes, temporales, fugaces- no sorprende concluir que la probabilidad de que dos personas puedan relacionarse satisfactoriamente sea muy baja, cercana a cero. Sin embargo a veces no parece tan complicado, y en ocasiones el “milagro” ocurre.

¿Alguien entendió algo? ¿Me explica?
Springfield-cuti generado en http://www.simpsonsmovie.com/main.html. Este blog le aguanta los trapos a la gran familia amarilla.
17.11.06
El shogunato Tokugawa, también conocido como shogunato Edo (江戸幕府, Edo bakufu) fue el tercero y último que detentó el poder en todo Japón; los dos anteriores fueron el Kamakura (1192-1333) y el Ashikaga (1336-1573). Este shogunato fue instaurado por el shōgun Tokugawa Ieyasu -fundador del clan Tokugawa (徳川氏, Tokugawa-shi) y descendiente del clan Matsudaira- el 24 de marzo de 1603 (12º día del segundo mes del año 8 de la era Keichō en el calendario tradicional japonés).
Durante este período la autoridad del shōgun estaba sometida nominalmente a la del Emperador, el Mikado; pero el primero, como general en jefe de las fuerzas armadas, tenía el poder militar y político del país; mientras que el Mikado, al que correspondía el poder espiritual y religioso, sólo regía en la Corte Imperial de Kyoto.
Quince shōgun administraron el poder del clan Tokugawa y del país durante 264 años, subordinando a los demás señores (daimyo) a un papel secundario en las provincias. Este período es conocido por adoptar una política que centralizó y unificó al país, devastado por las guerras de la antigua era Sengoku, y establecer un sistema de clases en la sociedad japonesa. También por adoptar una postura de aislamiento frente al resto del mundo (sakoku), que se manifestó en la prohibición y expulsión de extranjeros y la eliminación de influencias externas por cualquier medio, tal como la erradicación del cristianismo, todo esto para mantener la estabilidad del poder.
La sede del shogunato estaba en la ciudad de Edo (Tokyo), es por eso es que el dominio Tokugawa es conocido como período Edo. El mismo se derrumba, bajo múltiples presiones, con la entrega del poder por parte de Tokugawa Yoshinobu al Mikado Meiji, el 9 de noviembre de 1867 (14º día del décimo mes del año 3 de la era Keiō). A partir de entonces el shogunato queda abolido y el Mikado retiene el poder militar y político del país, iniciándose así la llamada Restauración Meiji, que transformaría al país radicalmente durante el resto del siglo XIX.
Fuente: Wikipedia. Imagen: kamon del clan Tokugawa, tres hojas de malva real (mitsuba aoi).
8.8.06
oshiete kudasai
Hace cosa de un mes, y con un intervalo de pocos días, comencé las clases de kendō y resolví mi problemita con Kill Bill I y II -en ese orden- por lo que ya estoy en condiciones de adelantar una conclusión preliminar. El sensei casi no me registra, pero tengo la impresión de que el sempai está haciendo conmigo (salvando las insalvables distancias, como la que existe entre Uma Thurman y yo*) lo que Pai Mei con Black Mamba. Me parece que no estoy haciendo las cosas mal y voy relativamente rápido, y que precisamente por eso el sempai cree ver en mis ojos un brillo como de orgullo, de desafío, que estaría decidido a doblegar. Lo que no sabe es que si pretende tenerme un año o más barriendo el piso del dojo y practicando sólo el okuriashi, lo haré con la mayor docilidad, mi mejor cara de nada, diciéndole hai y con el mismo brillo en la mirada.
* Snif, snif.
11.7.06
万歳
Mientras decido qué otro arte marcial voy a practicar (se aceptan sugerencias) me apuro por concertar mi primera clase de kendō. El solo imaginarme enfundado en un bōgu y dibujando figuras en el aire con el shinai me despierta sensaciones que mis pobres habilidades con las palabras ni se acercan a transmitir*. Parece que el recientemente inculcado gusto por el sushi ha despertado mi samurái interior.
* Y ni hablemos de lo que me pasa cuando pienso en el brillo y el filo de la hoja de la katana.