23.3.07

La vida hay que vivirla, en eso consiste todo, simplemente. Me lo dijo un teporocho que me encontré el otro día al salir del bar La Mala Senda. La literatura no vale nada.*

* Lisandro Morales, pulquería La Saeta Mexicana, en los alrededores de La Villa, México DF, enero de 1980. Roberto Bolaño, Los detectives salvajes, Anagrama, Barcelona, 1998; p.301. Si lo dice Bolaño...