30.4.07

Lo que sucede es que parece que (recién) ahora estoy en condiciones de decir que desde hace tiempo vengo dándome cuenta de que además de cabeza tengo un cuerpo, y que no sólo no hay antagonismo necesario entre ellos sino que, por el contrario, pueden funcionar juntos bastante bien y colaborar en forma interesante y fructífera. Louis, I think this is the beginning of a beautiful friendship.

Sí, me llevó tiempo darme cuenta de eso. Pero bueno, nunca me vanaglorié por la rapidez.

26.4.07

Huntingdon Road, Cambridge

My propositions are elucidatory in this way: he who understands me finally recognizes them as senseless, when he has climbed out through them, on them, over them. (He must so to speak throw away the ladder, after he has climbed up on it.)

He must surmount these propositions; then he sees the world rightly.1

Whereof one cannot speak, thereof one must be silent.2



1. Ludwig Wittgenstein, Tractatus Logico-Philosophicus, § 6.54, 1922.
2.
Ibid., § 7.

25.4.07


Un pensador “no burgués” cuya profunda influencia sobre el desarrollo de Wittgenstein data de ese primer año en Cambridge fue Piero Sraffa. Sraffa era un brillante economista italiano (de inspiración fuertemente marxista) e íntimo amigo de Antonio Gramsci, el líder comunista italiano que estaba encarcelado [...]. Wittgenstein y él se hicieron buenos amigos, y Wittgenstein quedaba con él al menos una vez por semana para charlar. Llegó a valorar estos encuentros mucho más que los que mantenía con [Frank] Ramsey. En el prefacio a las Investigaciones Filosóficas dice de las críticas de Sraffa: “las ideas más importantes de este libro están en deuda con ese estímulo”. 1

Wittgenstein no proporciona más datos que esta calificación de “aguijón” a las críticas de Sraffa, término que tiene una exacta analogía con el de “tábano” que Sócrates se aplicaba a sí mismo, pero sus discípulos N[orman] Malcolm y G[eorg] H[enrik] von Wright nos han transmitido —con variantes entre ellos— una anécdota sumamente significativa que apunta a lo que pudo ser el aguijón que Sraffa clavó en Wittgenstein y lo obligó a replantearse su filosofía del lenguaje. 2

Un día (creo que viajando en tren) cuando Wittgenstein insistía en que una proposición y aquello que describe debían tener la misma “forma lógica”, la misma “multiplicidad lógica”, Sraffa hizo un gesto, que para los napolitanos significa algo así como disgusto o desprecio, y que consiste en cepillar la parte inferior de la barbilla con un movimiento hacia fuera de las puntas de los dedos de una mano. Y preguntó: ‘¿Cuál es la forma lógica de esto?’ El ejemplo de Sraffa produjo en Wittgenstein la sensación de que existía un absurdo en la insistencia sobre que una proposición y lo que ella describe deben tener la misma “forma”. Esto rompió la presa que sobre él ejercía la concepción de que una proposición debe ser literalmente una “imagen” (sic) de la realidad que describe. 3


1. Ray Monk, Ludwig Wittgenstein. El deber de un genio, Anagrama, Barcelona, 1994; p. 247.
2. Pedro José Chamizo Domínguez, La traducción como problema en Wittgenstein, Pensamiento, vol. 43 núm. 170, 1987; pp. 179-196.
3. Norman Malcolm, "Recuerdo de Wittgenstein", en Ferrater Mora et alii, Las filosofías de Ludwig Wittgenstein, Oikos-Tau, Barcelona, 1966; p. 72.

24.4.07

Sólo sé que Paul defendía siempre a su tío Ludwig cuando la familia Wittgenstein caía sobre él, cuando se burlaba del filósofo Ludwig Wittgenstein, que, por lo que yo sé, les resultó penoso durante toda la vida. Ludwig Wittgenstein fue siempre para ella, lo mismo que Paul Wittgenstein, un bufón, al que el extranjero, que siempre ha prestado oídos a lo excéntrico, engrandeció. Sacudiendo la cabeza se divertían por el hecho de que el mundo se dejase engañar por los bufones de su familia, de que aquel inútil se hiciera de pronto célebre en Inglaterra y se convirtiera en una eminencia intelectual. En su arrogancia, los Wittgenstein rechazaron sencillamente a sus filósofos y no les tuvieron el menor respeto, sino que los castigaron, hasta hoy, con su desprecio. Lo mismo que en Paul, hasta hoy no ven en Ludwig más que un traidor. Lo mismo que a Paul, eliminaron también a Ludwig. Lo mismo que, mientras existió, se avergonzaron de Paul, se han avergonzado hasta hoy de Ludwig, ésa es la verdad, y ni siquiera la celebridad, entretanto considerable, de Ludwig ha podido conmover su desprecio habitual hacia el filósofo, en un país en el que, al fin y al cabo, Ludwig Wittgenstein no cuenta hasta hoy casi para nada y en el que, hasta hoy, casi nadie lo conoce.*



* Thomas Bernhard, El sobrino de Wittgenstein, Anagrama, Barcelona, 1988; pp. 92/3. Volumen gentilmente cedido en préstamo por la Biblioteca Popular Marta Paste.

23.4.07

Son ya legendarios el agudo espíritu crítico y la extremada franqueza del
filósofo vienés en lo tocante a sus valoraciones musicales. Drury recuerda, de boca del propio Wittgenstein, cómo la sola presencia en casa de Ludwig incomodaba a su hermano Paul cuando practicaba al piano. "No puedo tocar cuando tú estás en la casa. Siento tu escepticismo deslizarse por el suelo bajo la puerta", le decía Paul.*



* Salvador Rubio Marco, El ruido de la maquinaria (Wittgenstein y la música).

20.4.07

Wovon man nicht sprechen kann, darüber muß man schweigen.1

Philosophy is a battle against the bewitchment of our intelligence by means of language.2



1. Ludwig Wittgenstein, Logische-Philosophische Abhandlung, § 7, 1921.
2. Ludwig Wittgenstein,
Philosophical Investigations, # 109, 1953.

Ludwig Josef Johann Wittgenstein. Wien, Österreich, April 26, 1889 – Cambridge, England, April 29, 1951.

18.4.07

mis power rangers #3


Augustine
354-430
Nationality: Numidia, a Roman province in northern Africa

Group Alliances:
"Nefarious" Neoplatonists
"Thorny" Theists
"Sadistic" Saints

AKA: Bustin' Augustine
Cussin' Augustine
A-Gustin' Wind
Aurelius Augustinus

Powers: cognition aided by divine illumination; shape shifting ability.

Weaknesses: inability to do anything that will earn the divine grace necessary to make up for original sin.

Notes: These toys come with with a 224-page minicomic, Concussions of Saint Augustine, explaining the character's origin and describing some of his amazing adventures!

9.4.07

No conocí a mis abuelos. Los padres de mi padre murieron antes de que yo naciera, o tal vez después; como fuera, el dato es irrelevante pues no había relaciones entre ellos desde mucho tiempo atrás. De los padres de mi madre apenas guardo recuerdos amarillentos como las viejas Polaroid en las que aparecen. Cuando murieron yo sólo era un niño que consentían de tanto en tanto, a la distancia.

Los padres de mi padre vinieron del noreste de Europa, de un lugar que las volubles fronteras sucesivas fueron ubicando en Alemania, Lituania, Polonia. Judíos empujados al mar por el hambre, la guerra o ambas cosas, detuvieron su impulso en este puerto húmedo de América del Sur, donde nació mi padre. El trato con estas tierras por parte de los padres de mi madre tiene apenas más historia. Inmigrantes del sudoeste de Europa, empujados por el hambre, la guerra y otros inmigrantes, detuvieron su impulso en el extremo de la Mesopotamia, en un lugar que las volubles fronteras sucesivas fueron ubicando en Paraguay, Brasil, Argentina. Allí, en otro húmedo puerto litoral, nació mi madre.

El azar o algo así hizo que se encontraran. Yo nací en este puerto de Buenos Aires y, consecuentemente, de inmediato comenzaron, comencé, a moverme. Todavía no me detuve y no parece que vaya a hacerlo en el futuro tal como puedo avistarlo. Ahora veo que en realidad el movimiento comenzó mucho antes, en lugares desconocidos del viejo mundo.

Parece que en algún momento toda persona necesita saber de dónde viene, cuál es su lugar, y que eso en algún modo y medida determina quién es. Pero ¿de dónde vengo yo? ¿cuál es mi lugar? Mi sangre siempre estuvo en movimiento, ¿quién soy entonces? Hace tiempo pensaba que sería yo quien concluiría el viaje que comenzaron mis abuelos, que el lugar al que querían llegar sería el que yo finalmente decidiera, que allí echaría las raíces que ellos no pudieron. Ahora no sé. Sigo en movimiento, no sé de dónde vengo, no sé dónde voy, no sé quién soy, y tal vez -medicina amarga para mi ambiciosa pretensión- nunca logre saberlo. Quizás no sea a mí a quien le estaba reservado.