17.9.07

Hasta hace un tiempo pensaba que se debía al clima, este año tan diferente que el usual; ahora sé que no es sólo eso. Lo cierto es que desde hace algunos meses me sorprende que de tanto en tanto -de hecho cada vez más seguido- pueda observar a la ciudad como si fuera un extranjero, con la tímida voracidad del turista que con todos sus sentidos la descubre, maravillado, hasta en los menores detalles. Pero ahora sé, decía, que además del clima hay otro motivo, más personal, menos casual; sin embargo aún conservo el pudor suficiente como para no revelarlo.