Mis queridos,
La casa está limpia y ordenada, las cuentas pagas, la heladera llena, Juan Carlos en la fábrica y los chicos en lo de Sara, en la pileta. Todo está tranquilo y organizado ahora y en un rato volverá a ser un desastre.
Siempre hice lo que esperaban de mí. Desde chiquita, durante la adolescencia, siempre, siempre. Me casé con Juan Carlos, tuvimos a los chicos, atendí la casa, todo bien prolijo. Y debería seguir así por unos años más, hasta que los chicos se casen, vengan los nietos, esas cosas. Después me pongo vieja y me muero. No es raro entonces que cuando por primera y única vez en la vida quiero hacer algo realmente libre no pueda. Digo, por ahí modifico algún "cuándo" y algún "cómo", pero nada más. Igual esperar otra cosa hubiera sido engañarme.
Todos saben que no me gusta el melodrama pero creo que esta nota es necesaria. Y así y todo tal vez no me crean y busquen algún culpable.
Igual los quiero,
Luisa
ps: hay pastel de papas en el horno.
26.3.07
iv
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