26.3.07

iv

Mis queridos,

La casa está limpia y ordenada, las cuentas pagas, la heladera llena, Juan Carlos en la fábrica y los chicos en lo de Sara, en la pileta. Todo está tranquilo y organizado ahora y en un rato volverá a ser un desastre.

Siempre hice lo que esperaban de mí. Desde chiquita, durante la adolescencia, siempre, siempre. Me casé con Juan Carlos, tuvimos a los chicos, atendí la casa, todo bien prolijo. Y debería seguir así por unos años más, hasta que los chicos se casen, vengan los nietos, esas cosas. Después me pongo vieja y me muero. No es raro entonces que cuando por primera y única vez en la vida quiero hacer algo realmente libre no pueda. Digo, por ahí modifico algún "cuándo" y algún "cómo", pero nada más. Igual esperar otra cosa hubiera sido engañarme.

Todos saben que no me gusta el melodrama pero creo que esta nota es necesaria. Y así y todo tal vez no me crean y busquen algún culpable.

Igual los quiero,

Luisa

ps: hay pastel de papas en el horno.